Túnez, llamado “el país verde” por su producción de aceitunas, está ubicado en la costa del Mediterráneo, lo que le brinda una mezcla cautivadora de playas doradas, antiguas ciudades y una vibrante escena cultural. Explorar las ruinas de Cartago, la antigua ciudad fenicia, transporta a los viajeros a un pasado glorioso. Además, el Anfiteatro de El Djem, una impresionante estructura romana, ofrece una visión asombrosa de la arquitectura antigua. El Museo del Bardo tiene exhibiciones arqueológicas que incluyen desde mosaicos romanos hasta arte islámico. La Medina de Túnez, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sumerge a los visitantes en un laberinto de callejones estrechos, repletos de bazares coloridos y artesanías tradicionales. Aquí, la artesanía tunecina, como las cerámicas y los tejidos, revela la habilidad y creatividad del pueblo. La Medina de Túnez, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sumerge a los visitantes en un laberinto de callejones estrechos, repletos de bazares coloridos y artesanías tradicionales. Aquí, la artesanía tunecina, como las cerámicas y los tejidos, revela la habilidad y creatividad del pueblo. La gastronomía tunecina es una delicia para el paladar. Los platos como el couscous, los tagines y los dulces a base de dátiles ofrecen una experiencia culinaria única. Además, los mercados locales, como el Zoco de la Especias en la Medina de Túnez, son un festín para los sentidos. Túnez ha sido escenario de numerosas producciones cinematográficas, incluyendo películas icónicas como "El Paciente Inglés". Sus paisajes pintorescos y arquitectura única han atraído a cineastas de todo el mundo.
La Puerta del Mar